Las elevadas temperaturas que estamos sufriendo estos días hacen que aumente el riesgo de incendios. Varias zonas de nuestro país se encuentran en alerta ante la elevada probabilidad de que estos días se produzcan incendios forestales.

Imagen: Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Los dispositivos de extinción de incendios llevan meses trabajando contra el fuego, entre ellos los medios aéreos. Frente a la amenaza del fuego, los profesionales se encuentran en sus respectivas bases para acudir con rapidez ante un aviso de incendio. Sin embargo, a pesar de la inmediatez que exigen este tipo de emergencias, estos vuelos requieren una planificación para que se desarrollen con los estándares de seguridad. Estos son algunos de los aspectos que los pilotos deben planificar antes de salir a un incendio:
- Meteorología tanto en la base como en ruta y en la zona del incendio. Para ello, estos pilotos necesitan herramientas específicas dada la especialización de la actividad profesional a la que se dedican y las características de estos vuelos.
- Localización del fuego y características de la zona.
- Altitud en ruta hacia el incendio.
- Proximidad de zonas prohibidas o restringidas.
- Zonas de carga de agua más cercanas y seguras. Un aspecto importante es conocer la presencia de cables u obstáculos en la ruta y en la zona del incendio. Los cables son uno de los grandes riesgos de este tipo de operaciones.
- Áreas de toma o pistas cercanas al incendio y su estado.
- Combustible necesario y aeródromos alternativos.
- Carga y centrado de la aeronave.
Estos son solo algunos de los factores que deben planificarse. Además, en función del tipo de aeronave o la coordinación que se establezca se deben tener en cuenta otros aspectos específicos. Aunque pueda parecer paradójico, la inmediatez de la puesta en marcha de los dispositivos de extinción de incendios requiere de un tiempo de pausa y análisis para planificar, garantizando una mayor seguridad y eficiencia de los vuelos.