Bajo el título Gestión de una emergencia: un caso real hemos celebrado una sesión dentro de COPAC NextGen, el programa gratuito del COPAC de apoyo y asesoramiento a alumnos piloto, en la que el Comandante de líneas aéreas Samuel Bolullo (colegiado 2864) ha explicado cómo actúa la tripulación ante una emergencia a bordo. Bolullo ha analizado su experiencia tras afrontar un fallo hidráulico en vuelo.

¿Cuáles son los pasos que sigue la tripulación técnica? ¿Cuál es su prioridad? ¿Cuáles son claves para afrontar una emergencia? Estas son algunas de las conclusiones.

Podríamos clasificar en tres FASES los pasos que sigue la tripulación:

• ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN. Se evalúa técnicamente la situación y se analizan los procedimientos para tomar la decisión más adecuada ante las diferentes opciones (continuar hasta el aeropuerto de destino, dirigirse a un alternativo, …).

Posteriormente, se realiza un análisis operacional sobre cada una de las posibilidades teniendo en cuenta el combustible, la meteorología o los cálculos de la performance del avión, entre otros aspectos.

Finalmente, se valora cuál es la mejor opción para que la compañía reubique a los pasajeros o gestione el posterior mantenimiento de la aeronave. La prioridad siempre es la seguridad de las personas a bordo.

• COMUNICACIÓN. Una vez tomada la decisión, los tripulantes trasladan sus intenciones a:

– Los controladores de tráfico aéreo para coordinar un desvío de la ruta inicial o necesidades especiales en función del aterrizaje.

– La tripulación de cabina, a través de la figura del sobrecargo, para que conozcan la decisión de los pilotos y puedan preparar la cabina ante una posible evacuación o un aterrizaje en condiciones anormales.

– Los pasajeros, en el momento que se estime más adecuado.

– Personal de la compañía en escala para que se pueda coordinar una reorganización de vuelos posteriores ante la avería de uno de los aviones.

• EJECUCIÓN. Requiere la coordinación con toda la tripulación y con los controladores, ya que puede ser necesario recibir prioridad e, incluso, un cierre de pista. Supone una evaluación permanente de los parámetros del vuelo por parte de los pilotos ante la complejidad operacional causada por la avería. En función del tipo de emergencia, tras el aterrizaje será necesario llevar la aeronave a una zona segura o contar con la presencia de bomberos y Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado.

El comandante Bolullo señaló varias CLAVES para afrontar con solvencia y profesionalidad una situación compleja a bordo:

• SIMULADORES Y FORMACIÓN RECURRENTE. Es fundamental. El entrenamiento de todo tipo de emergencias otorga a los pilotos herramientas para tomar decisiones y actuar de la forma más correcta.
• COORDINACIÓN CON EL RESTO DE LA TRIPULACIÓN Y LOS CONTROLADORES. La ejecución de cualquier maniobra requiere una comunicación clara con todos ellos para que conozcan las intenciones de la tripulación técnica y actuar en consecuencia.
• ESTAR PREPARADO Y DESCANSADO. Aunque no son frecuentes, las emergencias suceden y es necesario ser conscientes de que pueden pasar en cualquier momento. Volar en el estado más óptimo de descanso permite a las tripulaciones afrontar una emergencia.
• FACTOR HUMANO. Aunque la responsabilidad de la toma de decisiones corresponde al Comandante, son precisos dos pilotos debidamente formados y preparados para gestionar toda la información que hay que manejar en un tiempo limitado, una correcta adherencia a los procedimientos, la comunicación con otros profesionales y la ejecución de las maniobras.

Compartir estas experiencias y las lecciones aprendidas a través de redes profesionales nos ayuda a crecer como pilotos y contribuye a la implementación de buenas prácticas profesionales y a la mejora de la seguridad.