La profesión de piloto despierta mucho interés y curiosidad. Los distintos tipos de aeronaves, los aspectos operacionales o las diversas actividades que pueden realizarse desde el aire acumulan a muchos aficionados a la aviación y al sector aéreo.
Uno de los aspectos más desconocidos y, sin embargo, uno de los más relevantes para el ejercicio profesional es su código deontológico. Como en otras profesiones, existen una serie de normas que rigen los aspectos éticos de nuestro trabajo. Te descubrimos cinco curiosidades que se recogen en él.

Imagen Lufthansa
- La independencia en la toma de decisiones ante todo. De acuerdo con el código deontológico, el profesional “deberá mantener y salvaguardar siempre su independencia de criterio” en su trabajo ” sin que puedan servir de justificación las presiones que de cualquier tipo pudiera recibir, no importando de donde ni de quien proceda”. Todas las decisiones que tome la tripulación deben hacerse bajo criterios profesionales y de seguridad independientemente de cualquier tipo de presión.
- Cordialidad, compañerismo, lealtad y rectitud. Esos son los principios por los que se debe regir la relación con otros pilotos. Para proteger el adecuado ejercicio profesional y en base a esa rectitud, el piloto estará obligado a poner en conocimiento de su colegio profesional cualquier “infracción de los deberes profesionales” de otro piloto.
- Cualquier piloto debe velar por los intereses de la compañía para la que vuela… En este aspecto se incluye “tomar las medidas necesarias para salvaguardar las vidas y bienes que ésta les confíe y evitar toda imprudencia o negligencia que pueda redundar en perjuicio de dichas vidas y bienes, del prestigio de la Compañía o de sus resultados económicos”. El piloto debe, por tanto, realizar un continuo balance entre economía y seguridad.
- … pero la seguridad es la prioridad absoluta. Cualquier Comandante, de acuerdo con el artículo 53, “no deberá iniciar el vuelo llevando pasajeros a bordo que, según su criterio profesional, puedan ser peligrosos para el desarrollo del mismo o perturbar el buen régimen de la aeronave”. No debe sorprendernos que un vuelo se retrase o vuelva al aeropuerto de destino si existen personas cuyo comportamiento pueda comprometer la seguridad del vuelo. La seguridad del vuelo obliga en ocasiones a retrasar vuelos si existe meterología advsersa o si sucediese una incidencia técnica que deba solucionarse. El Comandante como máximo responsable del vuelo es también responsable de la vida de todos los pasajeros a bordo.
- El Comandante será siempre el último en abandonar la aeronave en caso de accidente. Como recoge el artículo 55 ningún piloto “abandonará una aeronave que haya sufrido un accidente aéreo” hasta que “ verifique que el último pasajero a bordo la haya abandonado, salvo que las circunstancias lo hagan imposible. El Piloto al mando o en funciones de Comandante, será el último en abandonar la aeronave”
El Código Deontológico de los pilotos se aprobó el 14 de julio de 2003. Su cumplimiento por parte de los profesionales protege los derechos de los pasajeros y es una clara muestra de que la de piloto es una profesión de servicio a la sociedad.
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