2017 ha finalizado como el año más seguro en cuanto a seguridad aérea. De acuerdo con los datos publicados por Aviation Safety Network, en la aviación comercial se produjeron 10 accidentes con el resultado de 79 fallecidos -44 abordo y 35 en tierra-. Estas cifras, en relación al número de operaciones aéreas llevadas a cabo a lo largo del pasado año, suponen un accidente por cada 7´3 millones de vuelos.

Las siniestralidad en 2017 ha descendido. Fuente: Aviation Safety Network
Sin duda, se trata de datos positivos, teniendo en cuenta las estadísticas de años anteriores, pero no se puede bajar la guardia. La industria y los profesionales siempre trabajamos por mejorar la seguridad para que el avión siga siendo el medio de transporte más seguro.
Una correcta supervisión por parte de las autoridades, una formación y selección de los pilotos rigurosa y el fomento constante de una cultura de seguridad preventiva que detecte y corrija posibles amenazas o factores de riesgo, son elementos básicos para mantener unos niveles de seguridad adecuados.
En este sentido, otro informe publicado tras finalizar 2017 apunta a algunos de los factores de riesgo a los que debe hacer frente el sector, como las baterías de ion litio a bordo de las aeronaves, los automatismos y las nuevas tecnologías o aspectos relacionados con los factores humanos. Precisamente, el factor humano debe tenerse muy en cuenta, dado que el piloto es el último eslabón en la cadena de seguridad y quien, en última instancia, en base a su experiencia, formación y criterio ha de tomar las decisiones operacionales que refuercen la seguridad.
Paradójicamente, en una profesión con tanta responsabilidad hay cada vez una mayor precariedad e inestabilidad profesional, derivada en buena medida por los nuevos modelos de contratación –a través de brokers o como pilotos autónomos-, que sin duda suponen un claro factor de riesgo para la seguridad de las operaciones.
Los buenos datos de 2017 deben ser un estímulo para que autoridades, operadores, organizaciones del sector y profesionales trabajen conjuntamente para lograr que las estadísticas sean mejores cada año, ofreciendo la máxima seguridad y confianza a los millones de usuarios del transporte aéreo.