Estamos en plena campaña de extinción de incendios. Todos los medios aéreos -267 en total este año- y los pilotos están operativos desde hace semanas para hacer frente a los fuegos que puedan producirse.
Son muchos los factores técnicos, operativos y humanos que influyen en la extinción de un incendio, cuya complejidad es muchas veces desconocida. Nos vamos a centrar en las distintas formas de lanzar agua que sigue el piloto a los mandos de una aeronave para que el lanzamiento sea lo más efectivo posible, en función de su objetivo:
– Directo: Es un lanzamiento sobre el frente de llamas. Sólo se podrá realizar si la visibilidad lo permite y la altura de llama es baja. El objetivo de este tipo de descarga es actuar directamente sobre el foco del incendio disminuyendo su poder calorífico y frenar su propagación.
– Indirecto: Se realiza para enfriar zonas antes de que llegue el frente. Es muy habitual cuando la altura de llamas o la visibilidad impiden el trabajo directo.
– Cabeza: Lanzamiento sobre la cabeza del foco, cuando éste es pequeño. Suele hacerse con la intención de parar el avance del incendio hasta la llegada del personal de tierra. Este tipo de lanzamiento debe hacerse con gran precaución, ya que la escasa visibilidad puede dificultar al piloto la visión de obstáculos o el tamaño real de las llamas.
– Apoyo a cortafuegos: Este tipo de lanzamiento puede servir para enfriar el frente de las llamas o para ampliar el cortafuego. En otras ocasiones la aeronave puede esperar sobre el cortafuego a que llegue el frente de fuego para ver cómo reacciona y si sobrepasa el cortafuego, realizar el lanzamiento.
– A discreción: Si los técnicos del incendio aún no han definido una estrategia de combate, el piloto decide cuándo, cómo y dónde lanzar el agua, dando prioridad, por lo general, a la peligrosidad que representa el fuego para zonas habitadas u otras zonas forestales.
– En un flanco: Cuando no se puede atacar la cabeza del incendio, se actúa dando apoyo a las brigadas de tierra por los flancos, realizando el lanzamiento por delante de éstas para bajar la intensidad de las llamas y ser rematado desde tierra.
– Refresco de perímetro: Cuando un incendio empieza a ser controlado, en ocasiones se realiza un trabajo de refresco por el perímetro de la zona quemada. En ese caso, los lanzamientos se suelen hacer a mayor altitud, intentando cubrir la mayor zona posible y enfriando puntos calientes con preferencia a las zonas de mayor peligrosidad.
A la hora de realizar los lanzamientos de agua también hay que tener en cuenta si se realizan sobre zonas urbanas o habitadas o sobre montaña. En próximo post explicaremos estas peculiaridades y muchas otras cuestiones relacionadas con la valiosa labor de los pilotos de extinción de incendios.
Desde aquí puedes ver un vídeo de AECA&Helicópteros con imágenes de la campaña de extinción de incendios de 2012.
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