
La erupción del volcán de La Palma ha generado un seguimiento y monitorización de su actividad no sólo por parte de geólogos y de servicios de emergencias para garantizar la evacuación de los vecinos afectados. También de los responsables de navegación aérea, ya que no es posible el vuelo con nubes de ceniza o en zonas que se vean afectadas por la misma. Como ya hemos tratado en otras ocasiones, así lo indican los estudios realizados e incluso la investigación de algunos sucesos vinculados a este fenómeno.
¿Cómo proceden los pilotos estos días al sobrevolar el espacio aéreo canario? Por ahora, las operaciones aéreas se están realizando con relativa normalidad, con algunas modificaciones de ruta o retrasos puntuales. Pero obviamente, el volcán de Cumbre Vieja está muy presente para los profesionales en todas las fases del vuelo.
Durante la planificación, lo más importante para los pilotos, como máximos responsables de la seguridad el vuelo, es contar la información más actualizada y precisa. Es importante conocer tanto la altitud de la nube de ceniza como la dirección del viento con un objetivo: no entrar nunca en ella ni verse afectada por sus partículas.
¿Por qué? Esas partículas son abrasivas, por lo que pueden dañar gravemente partes críticas del avión (especialmente los motores), bloquear sondas que ofrecen a la tripulación información de parámetros clave para el vuelo o afectar a las antenas de comunicaciones de la aeronave, entre otras consecuencias. El vuelo por un área con presencia de cenizas volcánicas puede suponer un riesgo para la seguridad, por lo que ninguna aeronave comercial entrará en la zona afectada directamente por la actividad del volcán.
En ruta, los pilotos reciben durante el vuelo información en tiempo real sobre la situación. Esto les permitirá conocer si ha cambiado la situación prevista y si necesitan modificar la ruta planificada. Además, si algún piloto detecta algún resto de ceniza en su trayectoria, lo notificará inmediatamente a los servicios de control de tránsito aéreo para tomar medidas preventivas con otras aeronaves. En este caso, será preciso aterrizar lo antes posible y realizar una revisión exhaustiva de la aeronave en tierra.
En cualquier caso, las autoridades aeronáuticas tomarán medidas si la situación varía y no es seguro sobrevolar la zona. Por supuesto, los pilotos nos ceñimos rigurosamente a sus recomendaciones o restricciones si las hubiera en un futuro y a los procedimientos de los manuales de operaciones para estas situaciones. Nuestro trabajo consiste en salvaguardar la seguridad los pasajeros, la carga y la aeronave en todo momento.