La de piloto es una profesión exigente y altamente especializada. La elevada responsabilidad que supone por su impacto en la seguridad de las personas, implica una formación constante para mantener sus competencias básicas.

Pero, ¿cuáles con las competencias de los pilotos profesionales? Las principales organizaciones a nivel internacional, han identificado las siguientes:

• Comunicación. Incluye las habilidades de comunicación en el entorno de trabajo, tanto en situaciones normales como de emergencia.
• Gestión manual del vuelo. Supone el uso apropiado de los sistemas de la aeronave para controlar y navegar de forma segura.
• Gestión automatizada del vuelo. Implica la gestión de los sistemas automatizados de la aeronave para controlar y navegar de forma segura.
• Liderazgo y trabajo en equipo. Cada vuelo requiere el trabajo de un grupo de profesionales que deben trabajar de forma conjunta y coordinada.
• Resolución de problemas y toma de decisiones. Implica fundamentalmente la identificación y gestión de riesgos en diferentes circunstancias, utilizando los procesos adecuados de toma de decisiones.
• Aplicación de conocimientos y adherencia a los procedimientos. Supone la adecuada gestión de la información que rodea a la operación aérea, así como la aplicación de los procedimientos establecidos tanto por los manuales de operaciones como de la normativa que aplica a la operación aérea, así como de toda información relevante.
• Gestión de la carga de trabajo. Incluye la correcta gestión de los recursos para afrontar las funciones en cabina en todo tipo de circunstancia.
• Conciencia situacional. Implica la identificación de todos los elementos que rodean la operación aérea en cada momento para tener la capacidad de anticiparse a cualquier circunstancia.

Todas estas competencias se entrenan de forma recurrente a lo largo de la carrera profesional y se mantienen con el vuelo frecuente. Sin embargo, el parón que ha supuesto la pandemia para muchos profesionales por la reducción del número de vuelos, puede suponer la pérdida de estas habilidades. Por esta razón, la Agencia Europea de Seguridad Aérea ha realizado un análisis de los riesgos asociados a la escasa actividad aérea para la gestión de la operación aérea para mitigarlos, que implica el refuerzo de la formación en todas esas áreas. El mantenimiento de las competencias del piloto debe ser riguroso para garantizar en todo momento la seguridad de los vuelos.