
Recientemente, la autoridad aeronáutica estadounidense – Federal Aviation Administratrion (FAA)- hacía pública su estrategia para la distribución de vacunas por vía aérea. Los vuelos con vacunas entre su carga tienen la máxima prioridad para llegar a su destino, por lo que ha establecido los mecanismos para evitar retrasos e incidentes en estas aeronaves.
Sus servicios de navegación aérea monitorizan a diarios los vuelos y horarios programados de este tipo de operaciones. Esto implica un seguimiento adicional de los vuelos que transportan vacunas, tomando las medidas oportunas para evitar su retraso cuando surge algún tipo de incidente en el espacio aéreo. También se prioriza el mantenimiento de las instalaciones para ajustarse a la salida o llegada de estos vuelos. Para ello, existe una comunicación directa tanto con las aerolíneas para identificar la aeronave y horas de llegada programadas, como con el aeropuerto para garantizar la limpieza de las instalaciones u otras necesidades especiales que la carga pueda requerir.
La prioridad de la vacunación no se limita sólo a este proceso. La FAA ha sido muy ágil para autorizar la vacunación entre pilotos y controladores y emitir las recomendaciones que estos profesionales deben tener en consideración. La última vacuna a la que ha dado luz verde ha sido a la vacuna de Johnson & Johnson, pero desde hace semanas lo ha ido haciendo progresivamente con las de Pfizer o Moderna.
Tanto pilotos como controladores necesitan este visto bueno de las autoridades aeronáuticas para garantizar que la vacunación no tenga ningún impacto negativo en la renovación de sus certificados médicos, requisito imprescindible para el mantenimiento de sus licencias y, por tanto, para su ejercicio profesional. Desafortunadamente, no sucede lo mismo en Europa. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), todavía no se ha pronunciado sobre este asunto, por lo que estos profesionales se encuentran a la espera sobre la decisión que tomará respecto a este asunto.
Ambos hechos recientes, demuestran que la autoridad aeronáutica estadounidense ha implementado los mecanismos de forma ágil poniendo la vacunación en el centro de sus prioridades; tanto en la logística de su distribución como agilizando las autorizaciones que permitan inmunizar a las tripulaciones, colectivo altamente expuesto por su gran movilidad. Sin duda, un ejemplo de la importancia estratégica de las vacunas en la recuperación del sector aéreo del que, sin duda, es necesario tomar nota.