Ayer comenzaban en las Cortes de Aragón las comparecencias de la Comisión de Investigación del accidente de la brigada helitransportada de Alcorisa con el testimonio de los abogados de las familias de las víctimas. El accidente del helicóptero se produjo el 19 de marzo de 2011 en el término municipal de Villastar (Teruel). En él fallecían seis personas: el piloto de la aeronave, un agente de Protección de la Naturaleza y cuatro brigadistas. El séptimo de los ocupantes resultaba herido de gravedad. La aeronave trasladaba a la brigada helitransportada con base en Alcorisa hacia un incendio cercano a la localidad turolense.
Con la causa judicial cerrada, las familias de las víctimas recurrieron a las Cortes de Aragón que han creado esta Comisión con el objetivo de que se “estudie, analice y depure responsabilidades políticas, y se extraiga el conocimiento de las causas que lo provocaron, para que se corrijan en el sistema de la aviación española”.
En este accidente la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) determinó en su informe técnico que la causa de la pérdida de control de la aeronave fue el “progresivo desajuste del mecanismo de control de actuación del servoactuador motivado por un inadecuado blocaje de sus componentes, como consecuencia de la no cumplimentación del Boletín de Servicio ABS 407-05-70”. Es decir, una pieza de la aeronave que no cumplía con los requisitos de seguridad detectados y comunicados en un boletín de seguridad en 2005. Una vez más fallaron diversas barreras, así como procedimientos de control y supervisión de la seguridad.

Restos de la aeronave. Figura 9 del informe técnico A-008/2011 de la CIAIAC
Los trabajos de esta Comisión tienen lugar en paralelo a la que en el Congreso de los Diputados se desarrolla sobre el accidente del vuelo JK5022. Aunque se trata de accidentes de muy distinta naturaleza, ambas comisiones muestran una dura realidad: la ausencia de una perspectiva sistémica a la hora de abordar los accidentes en medios de transporte impide corregir las prácticas o procedimientos que condujeron al accidente y depurar responsabilidades en otros ámbitos. Para los familiares de las víctimas se genera falta de respuestas y desprotección; para los profesionales, frustración al no aprender de las tragedias. Del seguimiento de ambas comisiones se esperan medidas en favor de la seguridad de las operaciones aéreas y de la independencia de la investigación de accidentes en nuestro país.