El 20 de agosto de 2008 tenía lugar una de las mayores tragedias de la historia de nuestra aviación: el accidente del vuelo JK5022 de Spanair. 154 personas fallecieron y 18 resultaron heridas. Casi 10 años después, el Congreso de los Diputados , ha aprobado la creación de una Comisión de investigación sobre este accidente. Pero, ¿qué puede aportar esta Comisión?.
- Conocer la verdad para prevenir . Las víctimas de la tragedia y sus familias reclaman desde entonces conocer toda la verdad sobre el vuelo. La investigación técnica no desveló por qué falló el sistema que alertaba a los pilotos de una errónea configuración de la aeronave y no aclaró otros aspectos importantes en materia de supervisión o procedimientos. Poner luz sobre las preguntas y las dudas de las víctimas debe ser prioritario en cualquier sociedad democrática. Esta Comisión debe perseguir que no se repita un accidente por causas y factores contribuyentes similares. Es el mejor tributo a quienes perdieron la vida en ese accidente y la mejor de las aportaciones a la seguridad de los pasajeros.
- Un accidente no se produce por una sola causa, ahondemos en los factores contribuyentes. Quedarse en el error humano implica analizar únicamente la última barrera de seguridad de las múltiples que hacen que el avión sea el medio de transporte más seguro. La investigación de accidentes debe prestar atención además tanto a factores organizacionales como a otros aspectos relacionados con la supervisión de las operaciones. Es necesario analizarlos en profundidad para corregirlos. Las carencias de la investigación técnica podrían abrir el debate acerca de la necesidad de crear un organismo capaz de investigar accidentes de cualquier medio de transporte de forma independiente y eficaz.
- Poner el foco en el papel de los políticos en la seguridad aérea. El debate en el Congreso es un primer paso para que los ciudadanos y los políticos tomen conciencia del importante papel de las autoridades aeronáuticas, encargadas de supervisar, inspeccionar y regular las operaciones aéreas. Cualquier decisión sobre los recursos destinados a estas funciones y su gestión tiene un impacto directo sobre los procesos que rodean la operación aérea. Por este motivo, en todos los niveles de responsabilidad, es preciso un adecuado conocimiento para tomar decisiones que contribuyan a la seguridad.
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