Las ilusiones ópticas son uno de los peligros a los que se enfrentan los pilotos. Aunque pueda parecer un riesgo menor, no lo es. Al contrario, tener una percepción errónea desde la cabina de distancias o del entorno en el que se desarrolla la operación puede tener graves consecuencias.
Este vídeo de Skybrary nos ayuda a mostrar muy bien los peligros que entraña para la operación en vuelo nocturno con helicóptero. Además, apunta a factores que influyen en esa percepción errónea como la fatiga de la tripulación o la confianza de ambos pilotos en las referencias visuales, sin realizar una adecuada monitorización de los intrumentos de abordo.
En este ejemplo se citan tres tipos de fenómenos: el efecto de agujero negro durante la aproximación (que provoca una percepción inadecuada de la altura), el autocinético (que hace que parezca que un punto en la oscuridad se está moviendo) y las falsas referencias visuales. Pero existen más.
Una vez identificado el problema, existen barreras preventivas para prevenirlo en el despegue y el aterrizaje, como las siguientes:
- Constante monitorización de uno de los pilotos a los instrumentos de vuelo.
- Adecuada comunicación entre los pilotos.
- Uso correcto de los automatismos en cabina.
Ante una aproximación desestabilizada, lo recomendable es volver al aire. Las cosas no siempre son lo que parecen. En aviación esta máxima debe primar y no asumir ningún riesgo ante la más mínima duda durante la aproximación.