36 horas de vuelo con tres escalas. Así fue el primer vuelo con destino Buenos Aires que realizó la compañía aérea Iberia entre Europa y Latinoamérica. Se trataba de un DC4 con capacidad para 44 pasajeros que habían desembolsado 7.250 pesetas por su billete y se deleitaron, antes de aterrizar en el aeropuerto de Morón, con un menú a bordo de pollo frito, tortilla española, huevos duros y bombones.
Sucedió hace exactamente setenta años, el 22 de septiembre de 1946, y la compañía se convertía así en la primera aerolínea que ofrecía vuelos regulares a esa región después de la Segunda Guerra Mundial. Para conmemorarlo, el pasado lunes partía del aeropuerto Madrid-Barajas un A330-200 con la librea de las banderas de los 16 países de América Latina a los que tiene vuelo directo. Además, todos los aviones A330-200 que ha recibido la compañía este año llevan nombres de ciudades latinoamericanas como Buenos Aires, La Habana o Lima.
La aerolínea también ha apadrinado diversos proyectos culturales como La Guitarra Vuela, que ha llevado la última guitarra de Paco de Lucía por siete países de América Latina o la exposición “70 años con América Latina” en el centro cultural CCK de Buenos Aires con imágenes de la agencia EFE.
Latinoamérica es un destino clave para las aerolíneas españolas en sus estrategias empresariales. Pero la aviación no es únicamente un potente sector económico; ha logrado durante estas siete décadas acortar las distancias, facilitando la movilidad de los ciudadanos y promoviendo un intercambio cultural tan diverso como enriquecedor. América y España están unidos por fuertes lazos históricos, económicos, culturales y afectivos que en estos setenta años se han afianzado, esperamos que por muchas décadas más.