La nieve y el hielo son dos elementos que afectan y mucho a la operación aérea, y por tanto, deben adoptarse medidas para combatirlos y garantizar así la seguridad de los vuelos. En la época invernal hay que tener previstos una serie de sistemas y procesos relativos al deshielo de los aviones, tanto en tierra como en vuelo.
En tierra se utilizan equipos de deshielo para retirar los restos de nieve, escarcha o hielo de los planos (alas y cola), el fuselaje, las compuertas de los trenes de aterrizaje y los estabilizadores, mediante una mezcla de agua y productos químicos que se aplica a presión y alta temperatura para ser más efectivo. El Comandante del vuelo es quien debe solicitar que se haga la operación de deshielo –conocida como de-Icing-, cuya duración puede oscilar entre cinco minutos y más de una hora.
En vuelo, para evitar el engelamiento estructural de las aeronaves en ambientes en los que se puede llegar a -20ºC, los procedimientos operacionales de los aviones comerciales indican que se deben activar los sistemas de protección contra el hielo. Estos sistemas pueden actuar de dos formas, tanto eliminado el hielo que se ha creado como previniendo la formación. En cualquier caso, siguen siendo objeto de estudio por parte de autoridades aeronáuticas, centros de investigación y empresas para proteger mejor las operaciones, y evitar los peligros del engelamiento estructural.
De hecho, todos los aviones han de superar unos procesos de certificación, que incluyen los sistemas de protección contra el hielo. Pero, además existe una regulación específica al respecto. En agosto de 2009 la Federal Aviation Administration de Estados Unidos publicó un nuevo reglamento sobre la activación de la protección de hielo, con mejoras en los procedimientos para activar los sistemas de detección y protección contra el hielo en las aeronaves.
En definitiva, autoridades, industria, operadores y profesionales siguen trabajando para desarrollar sistemas de protección contra el hielo mejorados y para evitar que estos fenómenos afecten a la seguridad de los vuelos en la temporada invernal.
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