La Inteligencia Artificial (IA) ya es una realidad en el sector aéreo y como en cualquier campo esta nueva tecnología viena acompañada de oportunidades y de importantes dilemas.
La gestión de datos a través de la IA puede tener un impacto positivo para afrontar algunos de los grandes retos del sector en diferentes áreas. La producción y mantenimiento de aeronaves, la gestión del tráfico aéreo, la seguridad de aeropuertos o la gestión de riesgos para la seguridad se verán afectados por la irrupción de la IA.
La IA puede ser una aliada y podemos encontrar numerosas aplicaciones prácticas. Puede suponer una gran oportunidad para la optimización de trayectorias de vuelo en la búsqueda de la reducción de emisiones, tiempo y consumo de combustible. En la gestión de aeropuertos puede introducir mejoras en la detección de FOD’s en pista o mejorar los sistemas de security (seguridad física). También, la IA puede contribuir al análisis y gestión de riesgos tanto en los sistemas de gestión de seguridad como para detectar amenazas de ciberseguridad.
Junto a estas oportunidades, existen dilemas que es necesario abordar y regular. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) ha definido siete requerimientos éticos para confiar en la IA en el sector aéreo:
- Convivencia con el factor humano.
- Robustez técnica y seguridad.
- Privacidad y gobernanza de datos.
- Transparencia.
- Diversidad, no discriminación y justicia.
- Bienestar social y medioambiental.
- Responsabilidad.
Con el avance de la IA nos dirigiremos hacia equipos en los que la toma de decisiones se realizará de forma conjunta entre el factor humano y sistemas de inteligencia artificial. En tiempos en los que la tecnología avanza a pasos agigantados, es más importante que nunca la ética y la deontología profesional, como elemento de valor diferenciador.