La Organización de Aviación Civil Internacional ha publicado su informe anual de seguridad aérea de 2022. El balance general es positivo ya que, a pesar de que se mantuvo el mismo número de accidentes en 2021 respecto al año anterior, la tasa de accidentes descendió un 9,8%, pasando de 2,14 a 1,93 accidentes por cada millón de operaciones en todo el mundo.

Hay que tener en consideración que, debido a las consecuencias de la pandemia, en 2020 el sector sufrió una caída del 60% en el número de vuelos, con 1.800 millones de pasajeros transportados por vía aérea. Debido a la progresiva recuperación del sector en 2021, los pasajeros aumentaron a 2.300 millones, lo que explica esa reducción de la tasa de accidentes.
Ese descenso también se produjo en el número de fallecidos, que bajó un 66% en 2021, si bien el número de accidentes fatales fue de cuatro, tanto en 2020 como en 2021.

Es importante enmarcar estas cifras en el contexto de la pandemia que, como muestran los gráficos de tendencias, ha provocado una reducción considerable del número de operaciones y de pasajeros transportados respecto a los periodos precedentes.
Entre las principales causas de los accidentes, el encuentro con turbulencia se encuentra detrás de los sucesos que causaron mayor número de lesiones graves a la tripulación y los pasajeros. Respecto a los cuatro accidentes fatales que se produjeron el año pasado, se encuentran en las categorías de vuelo controlado contra el terreno y pérdida de control en vuelo.
En su informe, OACI insiste nuevamente en la importancia de la mejora constante de la seguridad a través del análisis de riesgos, su monitorización y la implementación de medidas preventivas. Sin duda, una medida con la que estamos completamente de acuerdo y que hacen de la aviación el modo de transporte más seguro.