El mes de septiembre supone la vuelta a la rutina y el final del verano, un periodo que para muchos es tiempo de vacaciones, pero que para los pilotos es una temporada de mucha actividad, no sólo en el transporte de pasajeros sino en muchas más disciplinas. Así lo hemos vivido los pilotos.
- Dos sucesos que han tenido lugar en nuestro país este verano nos han hecho reflexionar de forma colectiva sobre la seguridad aérea y nos llevan a repetir insistentemente nuestros “mantras” de seguridad.
El primero, la evacuación de un avión de British Airways en Valencia a principios de agosto. Los numerosos vídeos y fotos tomados por los pasajeros nos permitieron ver los detalles de la evacuación del avión. Algunos de ellos, lo abandonaron con su equipaje en una mano y el móvil grabando en la otra. Afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas pero este tipo de comportamientos son irresponsables, ya que pueden bloquear una salida de emergencias, ralentizar la evacuación o dañar el tobogán de evacuación, por ejemplo. Para los pilotos y los tripulantes de cabina es frustrante que se perpetúen y se hagan virales estas actitudes. Así que, a riesgo de resultar pesados, insistimos: las instrucciones de seguridad que se facilitan a los pasajeros al inicio del vuelo son importantes. Puede que nunca necesites seguirlas, pero si alguna vez ocurre un suceso debes actuar de la forma más segura posible.
El segundo, unas turbulencias severas e inesperadas en un vuelo de regreso a España desde Isla Mauricio dejó un elevado número de heridos. Los pilotos evitamos las zonas de turbulencia que podemos prever, pero desafortunadamente en algunos casos es imposible. Por eso es muy importante algo que siempre repetimos: es recomendable volar con el cinturón de seguridad abrochado para evitar lesiones en estos casos.
- Este verano la campaña de incendios forestales nos ha dejado un desolador incendio en Gran Canaria. Un importante dispositivo de medios aéreos ha contribuido a su extinción en un complejo ejercicio de coordinación y ante un fuego voraz que obligó a desalojar a miles de ciudadanos. Un complicado trabajo de los equipos de tierra y aire que los canarios agradecieron a través de sábanas colgadas en sus azoteas y balcones o a través de una cadena humana en la playa de Las Canteras. Para los pilotos es emocionante comprobar ese reconocimiento a nuestro trabajo y al de los compañeros de las brigadas forestales, una labor siempre de servicio a la sociedad para la protección de las personas y el medio natural.
- Tampoco han parado en estos meses las tripulaciones de Salvamento Marítimo. Su trabajo muchas veces es invisible a los ojos de la sociedad pero no para las personas a las que prestan asistencia, como muestra esta carta de agradecimiento a sus tripulaciones. Para los rescatados en acantilados, embarcaciones de recreo o pateras, el trabajo de pilotos, rescatadores y operadores de grúa es un hilo de esperanza ante la desesperación. Esta época es un periodo en el que se emplean a fondo, ya que el 65% de las emergencias protagonizadas por la flota de recreo se producen en verano.
- No nos olvidamos de los fallecidos recientemente en siniestros aéreos. El accidente de Mallorca por la colisión de un helicóptero y un avión ligero que ha dejado siete víctimas y el del accidente C-101 del Ejército del Aire en La Manga en el que falleció su piloto cierran el verano de forma trágica. En este último caso además, con la tristeza de comprobar que las redes sociales no han respetado la cautela y la delicadeza que requiere cualquier suceso de estas características. Nos entristece esta lamentable costumbre e irresponsabilidad ante cualquier tipo de accidente aéreo. Así que insistimos en la necesidad de esperar a la información oficial y no aventurar ni difundir bulos o datos no contrastados.