La hoja de carga y centrado es probablemente uno de los documentos más conocidos de todos los que la tripulación maneja antes del vuelo. En ella se incluye la mercancía que se transporta en las bodegas las aeronaves, el peso de los pasajeros y su equipaje, el del combustible…. Ese documento debe ir refrendado por la firma del Comandante, máximo responsable del vuelo.
Es fundamental que las tripulaciones conozcan con exactitud el peso de la carga, ya que cada modelo de avión posee unas limitaciones específicas de peso máximo al despegue. Además, para que el vuelo se desarrolle con seguridad el centro de gravedad del avión debe estar dentro de unos límites. En todo momento se debe garantizar la estabilidad del avión y la respuesta adecuada de los mandos a las órdenes de las tripulaciones.
Otra documentación que maneja la tripulación es aquella en la que se recogen las mercancías peligrosas detallando su tipo y naturaleza. Este tipo de mercancías están debidamente clasificadas por la OACI y requieren una especial precaución para su traslado por parte de la tripulación. De hecho, hay carga de esta naturaleza que sólo puede realizarse en aviones cargueros mientras que otra puede ser aceptada en aeronaves mixtas (de transporte de pasajeros).
Según la normativa de la OACI e IATA, es obligatorio informar al Comandante (como máximo responsable del vuelo) de toda la mercancía embarcada que requiera un trato diferenciado. Esto sucede puesto que por vía aérea se traslada todo tipo de carga que requiere de procedimientos específicos, como mercancía perecedera, animales vivos, carga valiosa o restos humanos, entre otros.
En operaciones de carga aérea, es necesario supervisar que la mercancía se encuentra debidamente colocada para evitar su desplazamiento, uno de los mayores riesgos de estos vuelos. El peso y su distribución son, por tanto, uno de los factores de seguridad y eficiencia de las operaciones aéreas.