Flightglobal, la web de información y análisis sobre aeronáutica, ha hecho público su informe anual Airline Safety & Losses. Anual Review 2015.
El análisis concluye que, a nivel global, 2015 ha sido un buen año en lo que a seguridad aérea se refiere si lo comparamos con años anteriores. El ratio de accidentes fatales ha sido en el año pasado de uno por cada cinco millones de vuelos y de una víctima por cada cuarenta millones de pasajeros transportados.
El número de accidentes fatales descendió durante 2015 hasta ocho, frente a los quince de 2014. De ellos los más graves fueron los de un avión de la compañía Trigana Air en Indonesia (con 49 pasajeros fallecidos y 5 miembros de la tripulación), el accidente de TransAsia en Taiwan con 43 fallecidos y el de un avión de carga de la compañía Allied Services en Sudán del Sur en el que perdieron la vida 41 personas.
El informe no considera como “accidente” dos de las grandes catástrofes aéreas del año pasado, el de Germanwings y el de Metrojet al considerar que ambos fueron consecuencia de actos deliberados.
Las cifras son sólo eso, cifras. La interpretación de estos datos debe llevarnos a un análisis profundo. Cualquier accidente en el que se produce la pérdida de vidas es mucho más que una simple estadística, por tanto, la seguridad aérea debe ser un trabajo constante y conjunto de todos los implicados en la cadena. De todas las catástrofes aéreas debe realizarse un minucioso análisis que permita tomar medidas que eviten que se pueda repetir en un futuro.

Ratio de accidentes de los últimos años.
En 2015 se produjo un accidente por cada cinco millones de vuelos.
Fuente: Flightglobal