La evolución de la ciencia y la tecnología ha realizado importantes aportaciones en todos los campos a lo largo de la Historia. La aviación es uno de los ejemplos más asombrosos. Las aeronaves han evolucionado en pocos años a una velocidad vertiginosa. Hoy se trabaja, por ejemplo, en combustibles que buscan una mayor sostenibilidad, en procesos de fabricación novedosos como la impresión en 3D de piezas e, incluso, en aviones hipersónicos impensables cuando en 1903 los hermanos Wright realizaron el primer vuelo con motor.
La seguridad aérea también ha evolucionado enormemente. Volar es el medio de transporte más seguro. A ello han contribuido los avances en la instrumentación de a bordo, las telecomunicaciones o las infraestructuras de los aeropuertos.
La ciencia y el conocimiento son un factor clave para la evolución de la sociedad. Desde el COPAC defendemos esta visión, ya que nos ofrece útiles herramientas para nuestro trabajo diario, permitiéndonos volar de forma cada vez más segura y eficiente. Por eso, este año volvemos a participar en la Semana de la Ciencia de Madrid. Lo hacemos a través de la conferencia Meteorología y Aviación: pilotos capeando el temporal. Queremos compartir con todas las personas que nos quieran acompañar cómo una disciplina científica como la meteorología nos ayuda a garantizar la seguridad en la planificación y el desarrollo de la operación aérea.
La investigación y la tecnología son fundamentales para los que trabajamos en Aviación. Los avances en ambos campos tienen que estar acompañados de la formación adecuada de los profesionales. El elemento tecnológico debe ir siempre de la mano del factor humano; su combinación es la clave para poner todo el conocimiento al servicio de la sociedad.