Por cuarto año consecutivo el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) ha realizado el Aerobarómetro, un estudio para conocer la percepción de los colegiados sobre aspectos relacionados con la profesión de piloto, los operadores aéreos, las instituciones aeronáuticas y el sector aéreo en general.
Los datos obtenidos ponen de manifiesto una vez más la deficiente labor de la autoridad aeronáutica, encargada de la supervisión y la seguridad aérea en nuestro país. Para los pilotos, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, con un 3,2, no cumple de forma adecuada con sus funciones de supervisión de las operaciones aéreas y defensa de los derechos de los pasajeros y no cuenta con los profesionales adecuados para asumir las funciones relacionadas con la operación aérea.
Su nula labor de promoción y difusión de la cultura de seguridad y la falta de transparencia generan desconfianza entre los profesionales, lo que puede incidir negativamente en la implantación del Plan Estatal de Seguridad Operacional (PESO).
Otros organismos como la CIAIAC se muestran poco eficientes en su labor de prevención, al tiempo que su independencia a la hora de investigar se valora con un 2 sobre 10.
En cuanto a las compañías aéreas, destaca la mejora de percepción de Iberia, cuya Alta Dirección obtiene un 6,1 (frente al 1,8 de 2013) y la Dirección de Operaciones un 7,8 (un 1,3 en 2013). Por el contrario, la valoración de Vueling empeora con puntuaciones que bajan de media dos puntos respecto a 2013 en todos sus departamentos. Se mantienen en niveles bajos las valoraciones de los pilotos en Air Europa, Air Nostrum y el operador de trabajos aéreos Inaer.
Por otro lado, el deterioro profesional, el desempleo y la debilidad de la industria se perfilan como los principales problemas del sector, por lo que de forma mayoritaria, los colegiados reclaman un mayor apoyo del Gobierno a la industria aérea nacional (9,0).
Para el COPAC los datos demuestran que la autoridad aeronáutica necesita una regeneración total, de manera que sea un verdadero dinamizador del sector aéreo, supervise adecuadamente y ofrezca un servicio de calidad a profesionales y usuarios del transporte aéreo. Únicamente con la voluntad política y el compromiso necesario para llevar a cabo esa regeneración será posible crear el clima de confianza necesario para que la industria aérea nacional recupere su competitividad y ofrezca expectativas de futuro que permitan recuperar a los cientos de pilotos que en los últimos años han emigrado a otros países.
Los profesionales, comprometidos con la seguridad aérea y la calidad del servicio a los pasajeros, están dispuestos a colaborar y aportar su conocimiento y experiencia.