Accidentes aéreos: investigar para prevenir

La investigación de los accidentes aéreos es una tarea fundamental para conocer las causas que lo provocaron y adoptar las medidas correctoras y preventivas que eviten accidentes similares en el futuro. Lamentablemente, el pasado 26 de enero se producía un trágico accidente en la base de Los Llanos (Albacete) protagonizado por un F16 griego durante unas jornadas de perfeccionamiento de pilotos de la OTAN, que ha causado 11 víctimas mortales y una veintena de heridos.

Cuando se produce un accidente o incidente grave, se constituye un equipo multidisciplinar compuestos por especialistas en distintas materias, como pilotos, controladores, ingenieros aeronáuticos, psicólogos o expertos en organización empresarial. Es importante estudiar muchos factores en distintas fases de la investigación; cada profesional aporta su conocimiento para elaborar un informe final exhaustivo y coherente.

Investigación de accidentes aéreos

Los primeros datos de la investigación se recopilan sobre el lugar del accidente.

Durante la investigación técnica de un accidente aéreo se estudian diversos factores, algunos directamente relacionados, como el estado de la aeronave, la experiencia y condiciones de la tripulación o la meteorología, y otros que han podido tener una influencia indirecta en el suceso, como la normativa o la gestión y procedimientos de la compañía, ya que se ha comprobado que, más allá de los factores humanos, los aspectos organizacionales tienen en muchos casos una repercusión clara sobre la operación aérea.

Un elemento fundamental en las investigaciones, son las grabaciones de las conversaciones de cabina entre los miembros de la tripulación, cuya única finalidad es contribuir a mejorar la seguridad aérea. Lamentablemente en algunos casos esas grabaciones se han difundido a través de los medios de comunicación, pervirtiendo su finalidad y haciendo un gran daño, tanto a las familias de las víctimas como al conjunto de los pilotos, que ceden su derecho a la intimidad en favor de la seguridad aérea, pero en ningún caso para que se haga otro tipo de uso.

Para que su función preventiva contribuya a evitar nuevos accidentes, la investigación técnica debe concluirse lo antes posible. Sin embargo, la complejidad de algunos siniestros hace que se requieran años de investigación. En esos casos, en el primer aniversario del suceso se debe emitir un primer informe con el resultado de la investigación hasta ese momento y las recomendaciones oportunas, y anualmente se emitirán nuevos informes con los avances correspondientes hasta que se publique el informe final y el conjunto de recomendaciones necesarias.

De igual forma, la investigación técnica y la judicial de un accidente aéreo deben seguir procesos independientes, ya que su finalidad es distinta. La primera busca las causas y la segunda las responsabilidades.

A nivel internacional el organismo de referencia por su independencia y la calidad de sus informes es la NTSB estadounidense. En España el organismo encargado de investigar los accidentes aéreos es la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), mientras que de los accidentes de aeronaves militares se encarga la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM). Otros países cuentan con agencias multimodales, que investigan sucesos en todos los medios de transporte, una opción que permite optimizar recursos.

En cualquiera de los casos, es fundamental garantizar la total independencia de estos organismos, para que realicen una labor de investigación y prevención basada únicamente en el conocimiento y el rigor técnico para prevenir futuros accidentes.

Acerca de Desde la cabina de vuelo

Desde la cabina de vuelo es el blog del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC). Aviación y seguridad aérea desde los mandos de una aeronave.
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