La falta de información sobre la desaparición del Boeing 777 de Malaysia Airlines, con 239 personas a bordo, y la dificultad para encontrar los restos del avión han abierto numerosas incógnitas.

Cuando han pasado ya casi seis días, aún no se ha localizado ninguna de las partes flotantes del avión ni se tiene constancia de que el vuelo MH370 sufriera una situación anómala previa a su desaparición, a pesar de que en la actualidad son numerosos los sistemas de monitorización de las aeronaves comerciales.

Sistema de vigilancia radar. Foto AENA

A través del servicio de control aéreo se realiza el seguimiento de la trayectoria de los vuelos, ya que su función, además de evitar colisiones en ruta, es activar las labores de búsqueda y salvamento en caso de accidente.

La tecnología, a través de diversos sistemas de vigilancia, facilita a los profesionales del control esas funciones. Tanto el radar primario (Primary Surveillance Radar PSR) como el secundario (Secondary surveillance radar SSR), que interroga al avión para obtener información sobre su posición, mantienen localizados a las aeronaves siempre que se encuentren dentro de su alcance. Además, existen sistemas en el avión para enviar de forma periódica información sobre los parámetros del vuelo tanto al operador como al fabricante de la aeronave.

No hay que olvidar que las comunicaciones por radio entre pilotos y controladores son otro de los elementos fundamentales de seguridad en aviación. Lo habitual es que en el momento en el que el piloto detecta alguna anormalidad que altere las condiciones previstas del vuelo lo notifique inmediatamente a los servicios de control.

Por otro lado, los aviones poseen balizas de emergencia  que se activan cuando cambian algunos parámetros del vuelo, como la velocidad, o cuando entran en contacto con el agua precisamente para facilitar su localización en situaciones como ésta. Las cajas negras también poseen sistemas de localización hasta una profundidad en el mar de 4.000 metros.

Resulta desconcertante que no existan datos que contribuyan a acelerar la localización del avión. La falta de transparencia en torno a este avión sólo contribuye a desatar rumores y especulaciones negativas para la industria aérea y, sobre todo, para los familiares de las víctimas, que reclaman una mayor información que dé respuestas a las muchas dudas y misterios que rodean este suceso.