La aviación tiene muchas áreas de actividad, algunas poco conocidas, pero con una función esencial. Queremos abordar la cara más solidaria de la aviación, los vuelos humanitarios.
En estos días asistimos al éxodo de los refugiados sirios hacia los países vecinos. Crisis humanitarias como esta y otro tipo de catástrofes, como terremotos, inundaciones o tsunamis son el tipo de emergencia que desencadena la intervención de organizaciones internacionales, como el World Food Program, la agencia de las Naciones Unidas en la lucha contra el hambre, ayudando a millones de personas en las regiones más castigadas del planeta a garantizar su seguridad alimentaria.
En estas situaciones la logística es un factor clave y es necesario definir un plan de respuesta, establecer un centro de operaciones y coordinar las primeras entregas y distribuciones de alimentos u otro material necesario. A la hora de hacer llegar la ayuda, los medios aéreos juegan un papel fundamental. En muchos casos sólo los helicópteros pueden llegar a zonas remotas inaccesibles por otros medios.
Para llevar a cabo estas operaciones, muchas veces en condiciones extremas, la seguridad de los vuelos es un factor esencial, por lo que desde WFP dan una gran prioridad a la formación y entrenamiento de las tripulaciones que hacen estas misiones.
Existen otras organizaciones aeronáuticas de carácter solidario, como la Fundación Airbus Corporate, creada en diciembre de 2008 para facilitar las actividades benéficas en todo el mundo centrando su labor en tres áreas: apoyo humanitario y a la comunidad, desarrollo de la juventud y medio ambiente. Desde su creación la Fundación ha facilitado 33 vuelos de ayuda, el último de ellos el pasado 22 de agosto en colaboración con la Media Luna Roja para transportar 25 toneladas de equipo médico y suministros, así como personal médico y logístico destinados el campamento de refugiados sirios de Azraq (Jordania), con capacidad para hasta 130.000 personas.
No queremos dejar de mencionar otros ejemplos de solidaridad en el ámbito aeronáutico, como la organización Aviación sin Fronteras, creada en Francia en 1980 y que se ha extendido por toda Europa con el fin de agrupar a profesionales del sector aéreo interesados en ayudar a los más desfavorecidos. Transporte de medicinas, programas con niños enfermos o proyectos de alfabetización son algunas de las acciones que promueve esta asociación compuesta principalmente por pilotos, TCP, controladores y personal de tierra.
Otra iniciativa surgida en España en 2007 es la Fundación Sepla Ayuda, cuya finalidad es ayudar a las personas necesitadas -en especial menores de edad-, a través de proyectos de educación, alimentación y asistencia sanitaria. Con proyectos en Guinea Ecuatorial, Ecuador, India, Brasil y España, Sepla Ayuda agrupa a pilotos españoles y aprovecha las posibilidades que brinda el ejercicio de la profesión para llevar a cabo sus iniciativas.
Más allá de la aviación comercial, hay otra aviación que opera muchas veces en condiciones extremas y de gran dificultad y otra cara de la profesión de pilotos cuyo objetivo es ayudar y salvar vidas. Sirva este post como reconocimiento a su labor.