La compleja situación sanitaria causada por la pandemia de la COVID-19 está teniendo un fuerte impacto en el sector aéreo. Mientras que algunos países van abriendo tímidamente sus fronteras, la rápida expansión del virus en otras zonas provoca la amenaza de nuevas restricciones a la movilidad.
En este contexto, el sector aéreo busca nuevas medidas para continuar con su recuperación, preservando la salud de los pasajeros. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha pedido a los gobiernos tres medidas básicas con este objetivo. Tres sencillas claves para evitar la paralización de los vuelos y las terribles consecuencias que conlleva.

En primer lugar, simplificar los protocolos sanitarios permitiendo la libre movilidad de pasajeros vacunados o con un test negativo para aquellos que no lo estén, evitando así las cuarentenas.
En segundo lugar, solicitan soluciones digitales para agilizar los controles sanitarios a través de procesos automatizados que reducirían las aglomeraciones y tiempos de espera en aeropuertos. La solución sería similar al Certificado COVID de la Unión Europea o una aplicación web en la que el pasajero pueda de forma clara y sencilla conocer los requisitos de entrada al país y presentar su documentación sanitaria de forma anticipada.
Finalmente, una revisión constante de las medidas en base al análisis de riesgos. La experiencia adquirida desde el comienzo de la pandemia en la gestión de la COVID-19 nos da herramientas para revisar la situación de forma constante y actualizar las medidas en función de los niveles de riesgo de contagio.
Estas medidas facilitarían la movilidad por vía aérea, tratando de encontrar un equilibrio que permita la adecuada gestión del virus, la progresiva recuperación del sector y el restablecimiento del servicio que el transporte aéreo presta a la sociedad.