Esta semana muchos lugares de nuestro país han sufrido tormentas con fuertes vientos y descargas eléctricas, algunas de ellas causando graves daños. La actividad en aeropuertos se ha visto afectada por las inclemencias del tiempo.
Uno de los fenómenos asociados a las tormentas son los rayos. Hace poco veíamos en la Red este sorprendente vídeo de uno atravesando un avión en tierra.
Este fenómeno puede producirse también en el aire. Este fenómeno provoca sorpresa y tensión en los pasajeros, pero en realidad es más habitual de los que creemos y tanto aviones como pilotos están preparados para afrontarlo. Las aeronaves están fabricadas para que este tipo de impactos no interfieran en sus sistemas de navegación.
Los aviones actúan como «cajas de Faraday«. Las cargas que recibe un elemento conductor sólo afectan a su superficie, no al interior del cuerpo. Si un rayo impacta sobre la aeronave, entra por un extremo y sale por el otro, sin afectar a las personas ni a los equipos que están dentro.
Los pilotos están formados para reaccionar ante cualquier situación de emergencia que se pueda produzca en la operación. En los entrenamientos periódicos se practican todo tipo de emergencias para gestionar incidencias y garantizar la seguridad de los vuelos.
Lo habitual si un rayo impacta sobre el avión es que una vez en tierra, se realice una revisión detallada de la aeronave para descartar cualquier consecuencia que pueda comprometer la seguridad.