Desde la desaparición del vuelo MH370 toda la comunidad aeronáutica ha vivido con preocupación una falta de información que ha abierto las puertas a todo tipo de especulaciones e hipótesis sobre el destino de la aeronave. Inmersos en esa confusión, los familiares de las víctimas han reclamado incansablemente durante estos días datos fiables que puedan dar respuesta a todas sus preguntas y mitigar su desesperación
No tan lejos, en nuestro país, varias familias conocen bien ese dolor. Familiares de víctimas del accidente de Spanair del 20 de agosto de 2008 continúan reclamando desde la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 conocer toda la verdad sobre la cadena de errores que desencadenó el accidente con el objetivo de que una catástrofe así no vuelva a producirse. De hecho, su trabajo ha impulsado el Real Decreto de asistencia a víctimas de accidentes de aviación civil y sus familiares, un punto de partida para mejorar el trato en estas dramáticas situaciones.
Lamentablemente no es la única lucha a la que han tenido que hacer frente. Rafael Vidal, superviviente de ese accidente, ha emprendido otra batalla. Más de 145.000 firmas han apoyado su iniciativa en la Red para pedir a la aseguradora Mapfre que indemnice a las víctimas. Rafael pone de manifiesto una dura realidad. Después de sobrevivir al accidente todavía no ha recibido el apoyo económico para poder hacer frente a las quince operaciones a las que se ha sometido durante estos años.
Una iniciativa similar, a través de la plataforma change.org, ha comenzado hoy y cuenta ya con 30.000 firmas. Los familiares de los cuatro tripulantes del Servicio Aéreo de Rescate del Ejército del Aire desaparecidos tras un accidente de helicóptero en Fuerteventura el pasado 19 de marzo piden que se pongan todos los medios para su localización a través de la emotiva carta de la madre de ellos.
Estas situaciones deben hacer reflexionar a la industria aeronáutica, las instituciones y la sociedad. Detrás de cada accidente hay personas que deben emprender el camino que comienza tras una catástrofe con todos los recursos posibles a su disposición. Una asistencia adecuada, información transparente y apoyo material para supervivientes y familiares pueden contribuir a que ese camino sea menos duro.